Con base en la información recogida gracias a una intensa colaboración con expertos, facility managers y directivos de empresa, el número 19 de Sedus INSIGHTS ilustra de qué modo los espacios de trabajo mejor diseñados fomentan el trabajo cognitivo y colaborativo y, en última instancia, mejoran la calidad de vida de los empleados. En este sentido, llaman especialmente la atención los conceptos y espacios de trabajo híbridos para la era de la multitarea, con un fuerte enfoque en el diseño centrado en las personas. Esta apuesta por lo híbrido transforma las oficinas en espacios comunitarios vibrantes, aumentan la productividad y permiten a los empleados sentirse gratificados por su trabajo.
Lo importante son las conexiones humanas
El último número de Sedus INSIGHTS analiza de qué manera las nuevas formas híbridas de trabajar están cambiando el diseño de las oficinas. En vista de que los empleados están cada vez más a caballo entre la oficina y su hogar, las demandas en términos de espacio han cambiado. Los espacios de trabajo híbridos no solo deben resultar funcionales, sino también flexibles, dando prioridad al bienestar de los empleados. Aquí es donde entra en juego el concepto de «zonas comunes híbridas». Estas zonas no solo actúan como espacios para trabajar, sino que también promueven la interacción social y la colaboración.
Entrevista con la neurocientífica Sophie Schuller
En nuestra charla con expertos, la neurocientífica Sophie Schuller nos explica el modo en que el diseño del espacio de trabajo influye en el bienestar y el rendimiento. Schuller subraya que las oficinas tradicionales suelen estar demasiado estructuradas y resultan minimalistas en exceso, lo que puede llevar a una desconexión emocional. Aboga por el diseño biofílico, lo que implica integrar en las oficinas estímulos sensoriales y elementos naturales como plantas. Esto mejora el estado de ánimo y las capacidades cognitivas de los empleados.
Un punto especialmente interesante de la entrevista es la importancia de la colaboración física. Schuller subraya que las interacciones sociales en el espacio real favorecen la liberación de hormonas como la oxitocina, que refuerza la confianza y la cohesión del equipo. Estas respuestas neurofisiológicas son cruciales para la calidad de la colaboración y no pueden ser replicadas por herramientas digitales.
Las zonas comunes híbridas y la oficina dúctil
Un concepto clave del diseño moderno es la «ductilidad», es decir, la capacidad de una oficina para adaptarse con flexibilidad a diferentes formas de trabajo y demandas sin comprometer su identidad fundamental. Los espacios comunes híbridos, como los Work Cafés o las Arenas, son ejemplos de espacios que favorecen tanto la colaboración como la contemplación. Estas zonas no solo fomentan la productividad, sino que también aumentan el bienestar de los empleados.
La oficina dúctil se basa en tres principios: adaptabilidad, integridad e interpretabilidad. No es solo un lugar de trabajo, sino un espacio que se adapta a las exigencias de cada momento, refleja la cultura de la empresa y da a los empleados la oportunidad de personalizar su espacio.
En resumen, la oficina del futuro es algo más que un espacio de trabajo funcional. Es un lugar de encuentro, de intercambio de ideas y de creatividad, donde el diseño inteligente y los espacios flexibles apoyan de forma sostenible la colaboración y el bienestar de los empleados.
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